domingo, 25 de septiembre de 2011

La Educación con Amor

Es de mucha importancia conocer la forma correcta de educar a nuestros hijos. Como madre de familia me preocupa algunas actitudes que los niños y adolescentes imitan aunque en la familia no se les hayan inculcado. Conocer como educar sin violencia, ni intimidación, sin subestimar, ni mimar es de mucha importancia para que el niño o niña de desarrolle de forma integral en todas las áreas de su vida. Los niños y niñas necesitan que los guiemos, que los instemos y demos el mejor ejemplo. De ello depende que haya buenos ciudadanos, que sean sociables, que se  respeten, sean solidarios. Me gustaría que Guatemala sea diferente y que empiece por mi, por mi familia y si es educada adecuadamente con valores bien propuestos de ello dependerá que ellos salgan a la sociedad y hagan de su entorno un pedacito de cielo. Educar con amor, es la mejor manera de educar. Con paciencia, con honestidad, con respeto , reconociendo que como seres humanos nos equivocamos pero podemos levarntarnos y continuar para ayudar a los demás. Quiero educar con amor y la ayuda para lograrlo es sólo divina es Dios mi Maestro y el tuyo?



Los padres son los primeros y principales educadores de sus hijos ya que existe una continuidad entre la transmisión de la vida humana y la responsabilidad educadora. La familia tiene, por lo tanto, el deber de educar a la prole ya que es esencial, es original y primario frente a otros agentes educativos y es insustituible e inalienable, no puede ser usurpado ni delegado.
El fin de la misión educativa de los progenitores no puede ser otro que enseñar a amar a sus hijos. El amor es el alma de la educación. La meta y el motor interno de la educación es el amor de los padres hacia sus propios hijos. La educación de los descendientes es una proyección y continuación del amor conyugal.


No se puede olvidar que todos los agentes educadores son siempre colaboradores de los padres. Los padres deben educar a sus hijos en y para la libertad. La misión educativa de los padres, más que en transmitir, se trata de contagiar el amor a la verdad que es la clave de la libertad. Por lo tanto la educación bien lograda es una formación para el uso correcto de la libertad.
Los padres deben dar un testimonio del valor de la vida, encarnado en una existencia concreta. Cuando los hijos son mayores, no hay nada que agradezcan más, a sus padres, que una educación libre y responsable. La educación de los hijos es el mejor


Los niños y las niñas merecen ser felices pues son el sueño de hoy y la realidad de mañana. ¡Eduquemos con amor¡ Yo estoy dispuesta y ¿tú?